Pigmalión, rey de Chipre y escultor de posibles en vista de los resultados, se enamoró de una estatua de marfil realizada por él mismo. Hombre de fe, le pidió a Afrodita que le concediese una esposa parecida a su estatua y ésta, ni corta ni perezosa, no se le ocurrió otra que dar vida a la obra maestra del rey, con éxito -por lo que parece- porque las crónicas cuentan que hasta tuvieron una hija llamada Pafo.
Géròme pintó al menos dos versiones conocidas. Una de ellas se encuentra en el Metropolitan de New York y la otra pertenece a una colección privada.
89 x 67 cm
Metropolitan Museum de New York.
Colección privada.
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