La seducción irresistible que ejerce la sirena lleva al pescador a caer en la tentación del beso.
Aquí lo femenino se vuelve activo -y peligrosamente mortal- ante una masculinidad pasiva y sometida: víctima necesaria -por lo que parece- de las fuerzas de la pasión.
Un mito clásico recreado por un pintor victoriano.
Óleo, 66,3 x 48,7 cm.
Bristol, Museum and Art Gallery.
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al artista o artistas referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto.